18 January 2019

Por las amistades


Hoy quiero dedicar este post a mis amistades. Son pocas y diría yo que no se conocen entre sí. Así he sido siempre. Nunca he tenido un grupo de amigos, y, si alguna vez hubo algo así, sólo recuerdo no sentirme cómoda en él por no encontrar mi rol dentro del grupo. Y eso me hacía sentir extraña, diminuta e insignificante y me entraban unas ganas locas de salir corriendo.

Ahora entiendo que todo se originaba en mis inseguridades; en ese run run interior que no cesaba y que sólo repetía algo así cómo: Y tú, ¿qué sumas aquí? Me faltaba educación emocional para poder entender y expresar lo que me pasaba. Los años me están enseñando a aceptarme y no hacerle tanto caso a ese run run. Con el tiempo he entendido que hay energías que se atraen, que existen las conexiones y que no vale la pena forzar las cosas.


Sigo siendo reservada y me siento más a gusto en petit comité, pero anhelo ese grupo de amigos. Desearía juntarlos y disfrutar de ellos al unísono. No es tarea fácil puesto que cada uno está en un lugar diferente del mundo. Pero los celebro igual y me conformo con tenerlos a golpe de mensaje.

Por Instagram contaba el otro día que uno de mis propósitos para este año era leer más y ya estoy disfrutando del segundo libro del año. Otro, muy importante y en consonancia con lo que escribo hoy, es dejar fluir sin restricciones las ganas de sentirme más cerca de mis amistades, recurrir más a ellas y, sobre todo, estar más presente.

¿Cómo es vuestra relación con el tema de las amistades?

Mamen
















7 comments so far

  1. Hola, bonica! Pues yo celebro tu equilibrio y sencillez a la hora de dibujar emociones tan complejas en un blog con tanto gusto!
    He decdecir que siempre he tenido varias/os y grandes amigas os! En grupo, individuales, de aquí y de allá. Creo que porque enseguida empatizo y comparto. Y cojo cariño a las personas porque tengo una virtud secreta (casi de niña) : tengo mucha facilidad por ver el lado bueno de las personasss (shhhhh
    Por otra parte, me pasa como a tí, a veces pienso que me encantaría juntarlos a todos en una fiesta que sería mágica! Estoy segura de que tod@s ell@s se sentirían felices de conocerse entre sí, y encontrarían rasgos comunes: la bondad, la sonrisa, el sentido del humor, el amor por el arte y la naturaleza...

    Un abrazo, linda! Yo te recuerdo como dices, reservada pero con una hermosa mirada de mujer inteligente.

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    1. Bonita, primero de todo quiero agradecerte tus palabras sobre la manera en que me expreso y comparto por aquí ya que me a iniman a seguir haciéndolo y disfrutar de ello.Qué importante es sentirse bien con uno mismo y dejarse querer y disfrutar de las personas que suman, ya sea en grandes grupos o en petit comité.Lo importante es ser fiel a uno mismo y no forzarse a encajar si no sentimos que es nuestro !ugar. Te propongo una cosa:cuando regrese a Barcelona, nos tomamos un café juntas. Me encantaría compartir un rato agradable y saber cómo te va. Te apetecería? Un abrazo!

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  2. Vinc de caminar, he estat donant tombs a la teva pregunta. Jo tampoc sóc de colles eternes, dels que sempre ho fan tot junts. M’ agrada anar per lliure, fer el que tinc ganes no el que un altre decideix, pet què a les colles sempre hi ha un líder que estira i tot es mou al seu voltant, si li portes la contrària acabes sent el” raro”, el que mai “ està content”.
    Tinc pocs amics, però amb els que tinc m’ hi sento a gust, puc ser jo sense fer veure que sóc que el grup o el líder espera que siguis. Té les seves avantatges i les seves desvantatges, com tot a la vida. Tries que fem, potser no conscientment però sense adonar- nos les fem. Petons des de Vilafranca😘

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    1. Querida, Imma:

      Me siento tan identificada contigo en cuanto a lo que dices de los líderes! Al final de mis estudios universitarios compartía piso y me relacionaba con un grupo de gente muy maja. Cada uno de ellos era individualmente maravilloso, pero, a mí, la dinámica del grupo me chirriaba. Todo giraba alrededor de una líder (sus propuestas, su energía, sus ideas...). Era increíble el poder que teníatenía. Llegó un momento que yo decidí no seguir el compás que su batuta marcaba. Necesitaba tener mi propia voz. Lo hice, pero pagué el precio de ser vista como comol la esquerpa. Sin embargo, me sentí libre y, ya solo por eso, valió la pena.
      Recuerdo con mucho cariño los momentos que compartimos en la Universidad de Barcelona y me encantaría volver a verte. Quedamos en vernos cuando regrese??? Un abrazo!

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  3. Pues hasta llegada la treintena me sentí siempre utilizada, recurrían a mi en momentos concretos para obtener algo específico y después se olvidaban de mí cuando tocaba salir a divertirse, así que pasé muchos fines de semana sola, recuerdo que dolía mucho, luego cuando salía con gente por ahí, también me sentía desconectada,con intereses o inquietudes diametralmente opuesto y también dolía...No recuerdo en qué momento exacto dejó de importarme si me llamaban o si no, y mi tiempo empezó a ser valioso y disfrutar de lo que me gusta y a no venderme a cualquier precio por un rato de "cualquier compañía" empecé a disfrutar de la soledad y sorprendentemente emergieron personas interesantes, a veces en grupo y otras en solitario, personas que iban y venían, al igual que yo en sus vidas y con las que mantengo contacto estén donde estén y me siento bien, en paz, si nos vemos como si no, porque están ahí aunque pase un domingo sin ver a nadie :)

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  4. Sonará mal, pero me reconforta leer que no es tan extraño haber vivido esa sensación de no encajar. Supongo que la clave está en la aceptación. Sentirse cómodo en nuestra piel y no forzar. No obligarnos a encanjar donde, ni siquiera nos sentimos a gusto... Tú sabes poner palabras más apropiadas a lo que quiero decir... Un abrazo!!

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  5. Mamen, me siento súper identificada con este post. Mis razones seguramente no son las mismas pero sí, ahora más que nunca echo de menos tener un gran grupo con el que poder reunirme cada vez que estoy en casa. Peri tengo que decirte que cuando me uno al grupo de alguna amiga cuando estoy en valencia, sigo sintiendo que no es mi lugar... Y entonces me siento afortunada porque como tú, tengo a mis amigos repartidos por el mundo. Y todos me han enseñado tanto y todas mis amistades me han hecho crecer... Quizás por las diferencias culturales. La distancia, la añoranza. Tantas cosas! Creo que cuando estás fuera de casa las relaciones son mucho más intensas, se escogen mejor las amistades, se forjan rápido y diría que para siempre... Pero también he de añadir que estoy aprendiendo mucho de los irlandeses sobre este tema. Tienen un sentido de la amistad genuino aunque también daría para otro post :) no crees?

    Interesante reflexión la que haces... Gracias! :)

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