EL MINISTERIO DE LA FELICIDAD

Sí, sí como lo leen. Hay países que cuentan con un Ministerio de la Felicidad. Dinamarca, al que se considera el país más feliz de Europa (¿Se lo pueden creer? ¡Con el frío que hace por esos lares en invierno!) cuenta con un Instituto de Investigación de la Felicidad.

La clave de su felicidad está en el HYGGE. ¡Jajaja! Rio al imaginar sus cabezas con un gran signo de interrogación arriba 😉 Pero vayamos por partes. Primero, ¿de qué se encarga el Instituto de Investigación de la Felicidad? Pues básicamente de estudiar lo que hace feliz a la gente; detectar las causas y efectos de la felicidad para poder mejorar la calidad de vida de las personas. Segundo, ¿qué es el Hygge? Imposible de traducir en una sola palabra. Se trata de una sensación de confort y bienestar que nos proporcionan los pequeños placeres de la vida.

Normalmente se asocia a elementos acogedores del hogar como la luz de las velas, una chimenea, una taza de café o ropa cómoda y calentinta de andar por casa. Pero la esencia del Hygge no está en las cosas materiales, sino en las sensaciones y vivencias que una actitud bondadosa, relajada y positiva con uno mismo nos permite experimentar.

Los daneses son muy listos y han hecho del Hygge una marca de confort y bienestar altamente rentable exportándola por todo el mundo y vendiendo libros e ideas de cómo trasformar cualquier ambiente en un lugar hygge friendly.

Yo les confieso que me estoy leyendo el libro porque el concepto en sí me gusta mucho y no creo que haga ningún mal, sino todo lo contrario, aplicar a nuestras vidas algunas de sus ideas. Con todo ello en mente, se me ocurre que esta semana podríamos hablar sobre cuáles son para nosotros esas pequeñas cosas que nos hacen felices. ¿Lo hablamos?

Por cierto, antes de despedirnos. Miren lo que he encontrado por internet: una tabla mensual que nos propone hacer cada día algo para impregnarnos de ese deleite de lo bonito y llenar así nuestras vidas y corazones de felicidad a través del hygge:

Foto via Facebook

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