29 February 2016

La primavera la sangre altera Sí, pero ¿cuándo?

Cada cambio de estación trae la misma discusión en casa: ¿cuándo empiezan/terminan realmente? Mi marido, irlandés, clasifica las estaciones del año en packs de tres meses enteros. Es decir, para él la primavera va desde el 1 de marzo hasta hasta el 31 de mayo, el verano lo componen los meses de junio, julio y agosto; septiembre, octubre y noviembre son otoño y diciembre, enero y febrero, invierno. Así, enteritos cada uno; de principio a fin. Sin embargo, nosotros hasta el 20 o 21 de marzo nada de primavera ¡Con el frío que hace todavía, hombre!

A ver, no crean que no lo pillo. Yo intento explicarle que nosotros nos regimos por los astros, que se trata del comienzo astronómico de la primavera y que, por ende, es más preciso. Vamos ¡qué tenemos razón nosotros! ¡qué nuestra manera es la correcta! ;P Pero él se aferra a la pragmática y la comodidad de su sistema. Y ahí lo dejamos, porque total ¿para qué? Si cada vez tiene menos sentido diferenciarlas en esta parte del mundo en la que vivimos. 

Pero es que diferencias de este tipo las encuentro bastante entre su allí arriba y nuestro aquí abajo. Por ejemplo, las mamás sabrán que cuando nuestros peques empiezan a tomar fruta, aquí se nos dice que las del bosque las mantengamos lo más lejos posible hasta que nuestro retoño tenga un año por lo menos. Pues cuál fue mi sorpresa un diciembre que estábamos en Dublín y tuve que recurrir a la compra de un potito de fruta. Liam tenía por aquel entonces 6 meses y en las estanterías del súper podía elegir entre todo tipo de frutas para bebés: manzana, melocotón, ciruela... y ¡frutas del bosque! Y yo me pregunté "¿por qué si es bueno y recomendable para un bebé irlandés, no lo es para los nuestros?"  Ven, esto no lo pillo.

¿Se han dado cuenta de que a la que la primavera asoma nos bombardean con dietas detox? ¡Están por todas partes! Por lo visto es el momento perfecto para hacer un reset a nuestro organismo. A mí la idea me atrae y espanta a partes iguales. He leído un poco sobre ello y parece tener lógica lo de dar un respiro a nuestro cuerpo para luego reiniciarlo más limpio y con más fuerza. Sin embargo, lo de pasarse varios días a base de infusiones y/o licuados verdes me parece un esfuerzo muy grande y no estoy muy segura de poder llevarlo a rajatabla ¡Con el mal humor que tengo cuando paso hambre! Creo que no tendría fuerzas ni ánimo para lidiar con mis dos retoños esos días. Y miren que en el colegio ya nos han avisado que sí, que la primavera altera a los peques también. Lo que está por ver es si a los míos les afectará a partir de mañana o no sentirán sus efectos hasta el 21 de marzo.



¿Han seguido alguna vez un plan detox? ¿Qué opinan sobre estos? Lo que les propongo hoy también es compartir truquitos, hábitos o ejercicios que ustedes practiquen y que les ayuden a depurar su organismo. 


Si les parece, empiezo yo y, aparte del archiconocido vaso de agua con zumo de limón o vinagre de manzana en ayunas todas las mañanas les digo:

 Aquí el video de cómo preparar una sopa detox por parte de la actriz y profesora de yoga Marta Nieto. Les recomiendo su canal de youtube. ¡Una joyita!






19 February 2016

Mandalas y granola


 El pasado mes de noviembre, en un vuelo desde Barcelona a Mallorca me senté al lado de una chica joven con auriculares de color rosa. Yo llevaba a Emma en mi regazo y hacía lo posible para que se enganchara a la teta por aquello de evitar la presión en sus oídos. A mi otro lado tenía a Liam que no dejaba de moverse en su asiento; subía y bajaba la ventanilla y pedía insistentemente que le diera las chuches que sabe que llevo cuando volamos. Lo hago porque así consigo, vía chantaje, que se abroche el cinturón y evito las miradas asesinas de las azafatas.

El vuelo no fue fácil, déjenme que les confiese, y pienso que ¡qué maravilloso sería que hubieran construido ya ese puente del que hablaban Los Mismos en su famosa canción). Pero no lo hay y cada vez que voy a ver a la familia me tiemblan las piernas solo de pensar en el vuelo. Menos mal que no son más de 30 minutos , aunque a veces me puedan resultar una eternidad. Como ésta. Sin embargo, la chica de los auriculares rosas no se alteró ni un poquito. Y miren que mis cachorros ese día estaban de lo más revueltos. La vi sacar un libro de su mochila y una caja de pinturetas Alpino y se pasó todo el vuelo coloreando figuritas.  

De soslayo pude leer el nombre del libro: Mandalas para meditar.  Me picó la curiosidad y le pregunté al "señor Google" sobre ello. Resulta que mandala o mándala es una palabra sánscrita que significa círculo y es una representación simbólica y esquemática del macro y microcosmos usada en el budismo e hinduismo. Aquí en occidente están muy de moda y se usan para trabajar la atención, relajación y creatividad. Me pareció una idea genial y, a todas luces, efectiva puesto que mantuvo a la chica de los auriculares rosas impasible ante el huracán provocado por mis pupilos.

Yo nunca he sido buena dibujando (¡cero patatero!), pero lo de colorear me gustaba mucho y he descubierto que me sigue gustando. Le copié la idea a la chica de los auriculares rosas y me he comprado mi propio librito y caja de pintureras Alpino. Pruébenlo, es adictivo y relaja. De verdad de la buena. Y es una de las técnicas que estoy siguiendo para desconectar un poquito cuando los niños y la rutina me lo permiten. Y ahora yo les pregunto: ¿ustedes qué es lo que hacen para relajarse?



Y cambiando de tercio, ¿se acuerdan de que en el anterior post les pregunté si querían que les pasara la receta de las barritas de cereales? Pues una persona se pronunció al respecto y dijo que sí. Sí, solo una, pero es que es mi madre y a las madres hay que hacerles caso. 

Pero el caso es que cuando lo tenía listo y revisaba las fotos me di cuenta de que me había confundido y que había hecho granola cuando les prometí barritas de cereales. Espero que me disculpen y que disfruten igualmente de la receta. Si quieren que sean barritas sólo tienen que duplicar la cantidad de los ingredientes líquidos. 

Ya me contarán si les ha gustado y explíquenme si saben de otra versión de receta. Les espero en los comentarios y no se olviden de compartir sus técnicas de relajación. Seguro que nos vendrá bien a muchos.





La elaboración es muy sencilla: mezclar en un bol grande todos los ingredientes secos. Poner en un cazo, a fuego suave, el sirope junto con el aceite de coco y mezclarlos bien. Añadir este caramelo a los ingredientes secos y mezclar bien. Lo ponemos en una bandeja de horno sobre papel  y horneamos a 180 grados durante 20 minutos. Conservarlo en un recipiente de cristal en un lugar seco y bien cerrado.

Y si este fin de semana les apetece hacer de cocinillas, les recuerdo que pueden probar esta rica sopa. Y si lo que quieren es pasar un buen rato mirando casas bonitas aquí y aquí tienen algunas muy bellas.


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