26 May 2019

Namaste



Ahora que ha pasado una semana desde que me gradué del Curso de Formación de Profesores de Yoga de 200 horas, he tenido tiempo de absorberlo y reflexionar sobre ello.

Fue una montaña rusa de emociones sin parar durante tres meses. Desde esos primeros pasos llenos de emoción, encontré el coraje, seguí mi corazón y me sumergí en este viaje, a través de las dudas inevitables que te detienen en tus pasos (esos pensamientos hacen eco: "¿En qué diablos me he metido?") Y finalmente la felicidad y el alivio de completar el curso con éxito.

Cuando sientes los miedos y las dudas, respiras hondo y respiras hondo y sigues asistiendo a tus clases y te das cuenta de que todos están en el mismo barco con un corazón abierto y una energía preciosa para compartir contigo. Y entonces te sientes como en casa. Te sientes seguro. Te sientes amado.



No me malinterpretes, no ha sido fácil. Este proceso es un gran compromiso y mucho trabajo. Tuve (Tuvimos ... me atrevo a decir ...) a lidiar con las inseguridades y los temores que solo obstaculizan tu camino. Pero siempre me sentí apoyado.

Y lo que una vez se sintió como un largo proceso, de pronto llega a su fin. Miras a tu alrededor y ves caras sonrientes y corazones cálidos. Has encontrado tu tribu y tu Viaje de Yoga acaba de comenzar.



Gracias Julie por introducirme en Filosofía del Yoga y por llenar la clase de amor solo con tu presencia. Gracias Kate por estar siempre allí para ayudar y por tu positividad, que es tan contagiosa. Gracias a ti, Kristen, por tu dulzura y por mostrarnos que el Yoga Prenatal puede ser tan desafiante y divertido como cualquier clase de vinyasa. Gracias Lindsey por compartir tu pasión en Ayurveda y despertar en mí la voluntad de profundizar en este camino. Gracias, Magi, por traer una perspectiva única y un conocimiento tan profundo del yoga. Eres un profesor tan talentoso. Y Patrick, más que tú por tu dedicación, tu tiempo (esas clases de viernes fueron muy útiles), por tu profesionalismo y por compartir tus conocimientos. Gracias, también, por sus charlas de Dharma a través de las cuales podríamos conocerle un poco más.

Gracias a todas las mujeres de este grupo por ser los mejores amigos de yoga. Hermosas almas para ser están rodeadas de.

Gracias a Mark, mi esposo, siempre estuvo ahí con buenas palabras de apoyo, creyendo en mí y en mi capacidad de superar mis miedos. Y para pasar 12 fines de semana solo con los niños para que pudiera asistir a mis clases. ¡TE AMO!

Me siento muy afortunado y agradecido por seguir aprendiendo de todos ustedes.

Namste.

Mamen
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