Me van a permitir que hoy comparta con todos ustedes un post muy familiar, y es que hace tiempo que no le dedico uno a nuestro little man. La última vez fue ésta. ¿Se acuerdan? Además, si siguen leyendo, conocerán a coliflower.
Todos los padres del mundo desean que sus hijos tengan salud y que sean felices. Afortunadamente nosotros podemos decir que Liam es un niño sano y muy feliz. Como madre me preocupan muchas cosas (¡sino todas!) que le puedan pasar y cada día debo aprender a quererle bien. Me refiero a darle las herramientas necesarias para que sepa llevar su vida en cada una de sus etapas, no sobreprotegerle y darle ejemplo. Pero es que muchas veces recuerdo cómo era yo y lo que me ha costado superar muchas cosas y me sale acortarle el camino, ahorrarle según que... Uff, ¡qué complicado, señores, esto de la crianza!
Ahora está en una etapa de muchos cambios y a él también le ha tocado aprender a ser hermano mayor e ir al colegio de los mayores (como dice él con mucho orgullo). Día a día vemos cómo se va formando su personalidad (cariñoso, insistente, gracioso, tozudo...) y cómo, del mismo modo, características personales de siempre se van afianzando.
Hace dos semanas tuvimos reunión con su maestra, la encantadora Ana, y ya les comento que esto que les escribo lo hago con la lagrimilla en el ojo. Siempre, siempre recordaré a su profesora emocionada diciéndome que Liam es un niño con un enorme corazón y muy querido por todos. Y sí, también progresa adecuadamente y es muy listo y curioso, pero yo me quedo con eso: mi hijo es muy buena persona, es feliz y se hace querer.
Permítanme un momento que me seque la baba...
Les cuento que le sigue gustando mucho jugar con los coches y va coleccionando los de la película Cars y que su nueva obsesión es el fútbol. Imagínenme a mí o a mi madre a las 8 de la mañana jugando partidos en casa antes de ir al cole porque ya se levanta con esa idea en la cabeza. Me hace mucha gracia como siempre va con el equipo que gana (¿¡chaquetero!?), es un amante de las faltas y le encanta emular los piscinazos y todo el teatro que hacen los profesionales cuando caen al suelo. Además, es un experto en la repetición de las mismas a cámara lenta. Créanme, ¡es digno de ver! Celebra los goles como lo hace Cristiano Ronaldo, pero dice que él es del Barça... jejeje.
¡Ah! Todavía no les he comentado que en casa tenemos una nueva "mascota". Les explico: Liam no es un niño muy valiente (todavía... ;p) y hace ya algunas semanas vio en una esquinita del baño uno de esos bichitos que a veces salen en lugares húmedos. ¿Saben de qué les hablo? Mi hermana los llama cortapichas... jejeje. Bueno, pues no le hizo ninguna gracia y desde entonces se angustia cuando tiene que ir al baño. ¡Y si le pica el culete! Pues bien, hemos tenido que ponerle imaginación a la cosa y contarle que el bichito en cuestión no hace nada, que es nuestro amigo, que vive con nosotros y se llama coliflower y que cuando no está es porque se ha ido de vacaciones!! Sí, sí, estamos todos muy locos, ¡pero nos funciona!
Y a ustedes ¿les ha tocado contar alguna milonga con muy buena fe para solventar situaciones peliagudas con niños? Cuéntenme; les leo.
Hola Mamen, uf cuantas milongas os conté en su momento a ti y tu hermana. Menos mal que las mamas de hoy en día tenéis mas imaginación e inspiración para ello . Cuidar al coliflower!
ReplyDeleteHoy lo hemos vuelto a ver! Esta vez le ha dicho "hola, voy a hacer pipí" jejeje
ReplyDeleteEse es mi PICHU!!
DeleteSi algo tiene Liam es que es un buenazo y el niño más cariñoso del mundo!!! Mi pichu!!!
ReplyDeleteTus hijos son felicísimos, lo corroboro; sois unos padrazos y yo una super mai mai, jejjeje
Isa
Olé, olé esa mai mai!!
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