9 November 2018

Terapia





No es extraño que a estas alturas del año mi cabeza sea un hervidero de pensamientos, ideas, ilusiones y buenos propósitos. Soy mucho de darle al coco, de hacer listas y de soñar despierta. Se acercan las navidades, pronto acabará el año y yo ya tendré, como siempre, escritos, doblemente digeridos y releídos mis propósitos de año nuevo. Pero hoy no he venido a hablaros de ellos, ni de lo bonito que es soñar, pensarlos y ponerse objetivos llenos de ilusiones, sino del sentimiento de frustración y estancamiento.

Ayer lo hablaba con varias personas. Este año ha estado lleno de altibajos, de épocas de motivación completa y épocas de parálisis. En estos momentos me siento estancada y frustrada al verme en la misma casilla de este juego de la vida que cuando empecé el año. Es decir, todas aquellas ideas, proyectos y buenos propósitos quedaron para siempre en ese papel bonito donde los escribí y allí los he dejado morir.


Hago mucho trabajo introspectivo e intento conectar conmigo misma para saber cómo me siento y es por esa razón que hace ya meses volví a hacer terapia. Algunos quizás os preguntéis que por qué comparto este viaje por aquí. Bueno, la respuesta surge de la necesidad de conectar y dejar de interpretar mis imperfecciones como vergüenzas que deben esconderse. Creo que al hablar de lo compleja y caótica que resulta la naturaleza humana y cómo afrontamos nuestras luchas internas nos acercamos más, nos une y nos hace más felices.

Compartir este aspecto de mí me hace sentir más honesta, auténtica y responsable con este proceso. En varias ocasiones, he llegado a mis sesiones de terapia diciendo: "Yo lo que necesito es que me digas qué tengo que hacer para salir de aquí. Dame los pasos a seguir que yo, que soy muy aplicada, los seguiré al pie de la letra. Dame la fórmula de la estabilidad emocional. Dime cómo proyectar esa energía que a veces siento a borbotones; enséñame a dosificarla para no perder las fuerzas y encontrarme en periodos de desierto emocional."


Mi terapeuta suele esbozar una sonrisa y me intenta explicar que ella es un espejo en el que yo voy a aprender a mirarme y entenderme a través de mis propias palabras. Así que aquí me tenéis, compartiendo, poniendo orden a mis pensamientos e intentando comprenderme. Quizá compartiendo mis vulnerabilidades alguien, empezando por mí, se sienta menos solo, más seguro y merecedor de ser querido.

Os invito a compartir vuestros propios procesos y caminos. Si queréis. Si os apetece. En mi último post ya expresé mi deseo de crear comunidad por aquí. Será un proceso orgánico, natural y sin ataduras. No soy experta de nada, pero he aprendido que compartir y sacar pa fuera lo malo nos libera y conecta. Aprendamos de todo ello juntos.

Me despido recomendado la lectura de Mario Alonso Puig, Reiventarse de la que estoy aprendiendo mucho. Llegué hacia él al leer en algún sitio una de sus lecciones en la que decía que la mente humana tiene la capacidad de arruinarte la vida u ofrecerte una llena de sentido. Lo que me engancha de sus explicaciones son las pruebas científicas de todo lo que dice. Me llena de esperanza saber que podemos cambiar patrones y que podemos crear neuronas nuevas pensando en positivo. Leedlo, estoy segura de que os gustará.

Os leo. Un abrazo,

Mamen


1 comment so far

  1. Qué bonito lo has expresado, Mamen, además de que ha sido muy valiente todo lo que has escrito.
    Yo estuve haciendo terapia de Constelaciones Familiares durante dos años. Fue un trabajo increíble.
    Básicamente me ayudó a quererme y a colocar ciertas cosas que me aportaron una gran serenidad. Ahí es nada.
    Mi herida fundamental sigue ahí y la respeto precisamente porque es parte de mí. Lo más importante para mí ha sido saber de dónde venía, ese colocar que mencionaba antes. Eso me ha aportado una comprensión de determinados modos de actuar desencadenados por esta herida profunda. Cuando algo vuelva a incidir en la herida, me sigue haciendo pupa, pero puedo entender el tsunami emocional que me va a sobrevenir, así que en ese momento en vez de saltar por los aires como solía hacer, me recojo y me mimo para no dañarme a mí ni perjudicar mi relación con los demás.
    Gracias por el post. Eres estupenda

    ReplyDelete

Thank you for your comment! / ¡Gracias por tu comentario!

Bits and Pieces © . Design by FCD.